lunes, 11 de abril de 2016

CLAROS Y NUBES EN LA INVESTIGACIÓN

Interesante artículo que encontrareis en:  http://bit.ly/1VhJGZG, bajo el título “'Artifice or integrity in the marketization of research impact? Investigating the moral economy of (pathways to) impact statements within research funding proposals in the UK and Australia'.”
En él se indica que se ha generado durante los últimos años un cambio que lleva a los profesores a orientarse cada vez más hacia la captación de fondos, hacia la consecución de impacto en sus investigaciones y hacia un mayor rendimiento. Esa presión por obtener resultados que no están en su mano les lleva a comprometer o sacrificar su integridad en un intento de asegurarse ventajas profesionales.
Continúa diciendo el artículo que el modelo comporta una presión sistémica que modifican los comportamientos de los sometidos a ella. Los académicos envuelven sus investigaciones en marketing, lo que favorece las propuestas infladas, que buscan seducir mucho más que describir, y que convierten en indistinguibles las investigaciones de las exageraciones.
En este nuevo gerencialismo (managerialismo), los académicos son reclutados, promovidos y premiados, aseguran los investigadores, con base en su capacidad de captar ingresos.
Para mí, la investigación en España está inmersa de lleno en lo que se indica en este artículo. En España y en el Sistema Universitario Público Español, se implanto la evaluación de la investigación de forma voluntaria cada 6 años (conocido como sexenio) como complemento de productividad, está claro que con el paso del tiempo este inicial complemento de productividad se ha convertido en el “ser o no ser” del profesor universitario: En su estabilización, en su promoción, en su pertenencia o no a comisiones, en su capacidad para dirigir tesis doctorales, en su capacidad para estar en tribunales, en su capacidad de conseguir fondos en las convocatorias de investigación tanto nacionales como internacionales y un largo etc.
El estudio también indica claramente que esto ocurre en los países en los que se ha realizado.
 “El estudio asegura que el problema aumenta en la medida en que estas exageraciones no sólo proporcionan la subsistencia en el trabajo, sino que son también la principal causa de progreso en la carrera profesional.”
Desde mi perspectiva, se pasa de tener un sistema competente y cada día más competente a un sistema simplemente competitivo.
Las conclusiones del artículo, también nos permiten entender un desfase que tenemos en España:
.- España se encuentra entre los 9-10 primeros países del mundo con mayor producción científica.
.- Se encuentra aproximadamente en el puesto número 30 en cuanto a capacidad de innovación (Falta transferir conocimiento a la sociedad).
¿Algo está fallando?